Potencia el desarrollo infantil de tus hijos e hijas mejorando la motricidad gruesa con estas cuatro actividades que podrás realizar desde casa y con material casero.
¿Qué es la motricidad gruesa?
La forma en la que movemos músculos de manera coordinada y mantener el equilibrio, proporcionar la agilidad, la velocidad y la fuerza que necesitamos en cada momento. Estar de pie o caminar son acciones que nos permite la motricidad gruesa. El momento en el que comenzamos a desarrollarla es cuando somos niños, la encargada de que un bebé gatee es la motricidad motora.
¿Cómo conseguimos que los bebés desarrollen la motricidad gruesa?
Desde casa podemos potenciar las capacidades de nuestros hijos e hijas con actividades que conseguirán que entrenen sus destrezas mientras se divierten. Trabajarán el equilibrio, la agilidad y la fuerza, además de adquirir nuevos conocimientos. Así que, ¡veamos cómo!
Pisadas divertidas:
Dibuja huellas de las manos y los pies en folios y colócalos en el suelo, en fila de tres. Se trata de que aprendan conceptos espaciales, como diferenciar la izquierda de la derecha, mientras que trabajan su coordinación y equilibrio. Pega los folios en el suelo jugando con cada lado del cuerpo, así como los espacios entre folios. Así, tendrán que calcular la distancia de salto mientras que piensan qué extremidad tienen que colocar. Podrás crear las combinaciones que quieras para ir cambiando el entrenamiento, ¡las risas están aseguradas!
La carretilla:
Un juego de antaño en el que no necesitamos material para desarrollarlo. Basta con nuestro cuerpo, ¡eso sí! necesitaremos dos personas como mínimo para esta actividad. Como el propio nombre de la actividad indica, consiste en que uno de las dos personas se sitúa detrás agarrando sus piernas por los tobillos. Esta actividad aporta fuerza y mejora la motricidad gruesa de los niños y niñas, ¡y es un juego con el que siempre se divierten! Puedes añadirle más retos a la actividad, como hacer carreras entre más participantes.
Puntería con colores:
Recorta formas con cartulinas de colores y colócalas por el suelo distanciadas entre sí. Ahora hazte con algunos objetos objetos de los mismos colores para lanzarlos sobre estas cartulinas ¡cada objeto de color con la cartulina que corresponda! El pequeño o pequeña reconocerá de forma automática los colores y mejorará el movimiento de sus brazos, controlando la fuerza que requieren los movimientos.
Los bolos:
Podéis empezar con la actividad antes de empezar con la competición, creando bolos caseros con botellas que tengáis en casa adornándolos como más os guste. Los niños y niñas trabajarán los brazos y las piernas lanzan el bolo y conseguirán coordinar los movimientos corporales.
La motricidad gruesa es vital para el desarrollo infantil, en el que se empiezan a coordinar los movimientos corporales y a controlar la fuerza que requiere cada movimiento. Una actividad que realizamos cada minuto de nuestro día a día cuando somos adultos. Acciones necesarias que puedes empezar a entrenar con tus hijos desde casa, sin necesidad de material.