Es importantísimo desde pequeños trabajar la igualdad de género, concienciarles que todos somos iguales, ya sea por raza, sexo o edad, nos ayudará a construir un mundo mejor.

Actualmente, se están haciendo grandes esfuerzos desde asociaciones y grupos que animan al gobierno a implantar talleres de este tipo a los centros educativos. 

En SmartMakings , nos hemos adelantado y durante esta semana, y con motivo del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), en nuestros espacios SmartMakings trabajaremos la igualdad entre ambos sexos con diferentes actividades que os compartimos para que podáis trabajar con vuestros pequeños desde casa.

Gracias a estas actividades, los pequeños y pequeñas de la casa desarrollarán una conciencia en la igualdad y, sobre todo, potenciaremos la inteligencia intrapersonal, generando así la capacidad de empatizar, solucionar problemas y ayudar a los demás, puesto que cuestionaremos muchos pensamientos suyos que les harán cambiar de opinión. 

niños jugando con madre

Tarjetas en igualdad.

Haremos numerosas tarjetas con distintas afirmaciones. Nuestros chicos y chicas tendrán que decir si tienen razón o no las tarjetas, por ejemplo: «Las mujeres no saben jugar bien al fútbol», «Los hombres no deben ir a hacer la compra», si algún pequeño o pequeña afirma estas frases, debemos detener el juego y preguntarles el por qué. Hacerles ver que esa afirmación es errónea, será nuestra tarea para construir personas educadas y concienciadas. 

¿Quién hace qué?

Esta actividad será un poco más sencilla que el resto. Simplemente debemos ir preguntando quién hace qué. Por ejemplo: ¿Quién hace la compra en tu casa? ¿Quién elige la cadena de la tv en casa? ¿Quién hace la comida?

Podrían ser infinitas las preguntas. Lo mejor es ir conduciendo hasta que la respuesta sea «ambos». Con esta actividad, podrán ver que tanto hombres como mujeres pueden hacer lo que quieran. 

Profesiones. 

También un ejercicio muy sencillo para los niños y niñas que podremos hacer desde casa. Inconscientemente, hay profesiones que achacamos a un sexo como «médico», «enfermera», «profesora» o «bombero», pero también hay enfermeros y bomberas, ¿no?

Debemos tener diferentes profesiones pensadas para preguntar a nuestros pequeños y pequeñas y saber si ellos piensan que esa profesión es de hombres y mujeres. Como la anterior, tendremos que ir conduciendo hasta que digan «ambos». Si tenemos algún amigo o amiga o familiar que tenga alguna de las profesiones que él o ella se ha equivocado, será la oportunidad perfecta para ponerles el ejemplo o, incluso, llevarlo a que conozca su profesión y espacio de trabajo. 

El cuento de la igualdad. 

Realmente, no hay un solo cuento de igualdad. Cogeremos el cuento favorito de nuestro pequeño o pequeña: Caperucita, La bella durmiente, Aladín… Y ahora viene la parte más divertida. 

Daremos la vuelta a la historia, las mujeres serán los hombres y viceversa. Es importante coger alguno que sea antiguo, puesto que son los que más caen en fallos sexistas: el principito alto y guapo, la princesa débil y que se enamora del príncipe…

Gracias a nuestra versión será la princesa valiente y fuerte que derrota al dragón para salvar al príncipe indefenso.

Nuestro catálogo de juguetes.

Cogemos catálogos de juguetes donde podremos ver cómo están separados: por sexo y categoría, uniendo normalmente el azul a los chicos y el rosa a las chicas. Tras examinar los catálogos y explicarles conceptos como «rol de género», clasificando de las categorías por sexo (cocinas para niñas, muñecos de acción para niños) o por qué están separadas las secciones. 

Tras esto, podremos dar uno a cada niño y niña o grupo para que puedan crear el suyo propio mediante recortes. Tendrán que mezclar los juguetes para crear uno no sexista.

Gracias a estas actividades podremos promover la igualdad desde casa y círculo más cercano, entre hombres y mujeres. 

Yo soy y puedo.

Es muy parecido a las otras actividades que hemos ido haciendo. Haremos dos tipos de tarjeta de «Yo soy niña y puedo…» o «Yo soy niño y puedo…». Diremos una acción y los pequeños o pequeñas podrán levantar una tarjeta de un sexo y otro, en función a lo que piensen que pueden hacer. Al final del juego, deben acabar todos pensando que todos pueden hacer todo: reír, estudiar, correr, cocinar, llorar, barrer…

Si algún niño o niña no levanta la tarjeta en alguna actividad, debemos preguntarle el por qué piensa que no está capacitado para hacerlo. 

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